Antonela Roccuzzo nació en Rosario, Argentina, el 26 de febrero de 1988. Es hija del empresario José Roccuzzo y Patricia Blanko, hermana de Carla y Paula y esposa de Lionel Andrés Messi Cuccittini, considerado uno de los mejores jugadores del mundo por tener una zurda que encara, conduce, controla, gambetea hasta besar el esférico y mandarlo al arco rival.
A su marido, lo alaban, pero a Antonela, la envidian, pues ella convive con el astro argentino. Lea aquí: Video: ¡Casi lo besa! Antonella Roccuzzo confunde a Jordi Alba con Messi
Para quienes no conocen a la rosarina, desde pequeña se interesó por la moda y la ha perseguido con gran fervor hasta el día de hoy, convirtiéndose en un referente para muchas mujeres por su estilo vanguardista. Trabaja como embajadora de reconocidas marcas como Dior, Rosa Clara, Tiffany&Co., Revolve, Alo Yoga, Guerlain, Louis Vuitton, entre otras. Es dueña, junto a su prima, Andrea Lo Menzo, de su propia línea de ropa infantil Enfans. Incursionó en el mundo del calzado femenino cuando residía en Barcelona, y con su amiga Sofía Balbi, abrió una boutique de la marca argentina Sarkany que cerró tiempo después por prioridades. Es creadora de contenido en Instagram donde acumula más de 37 millones de seguidores.
Con el argentino se conoció porque el niño Messi, de cinco años, jugaba al futbolín con su primo Lucas Scaglia. Eran familias amigas que compartían hasta que la magia de Lionel lo llevó a volar a tierras del viejo mundo y en una Barcelona sin tecnología añoraba ver a su amada. Ya de adultos, bueno, jóvenes/adultos, Roccuzzo se mudó a la ciudad catalana para comenzar una vida codiciada por muchos y alcanzada por pocos. Lea aquí: ¿Efecto Messi?: la MLS registró promedio de asistencia récord
Pasó por allá en 2007. Si bien la confirmación de la relación fue en 2009, víspera del Mundial de Sudáfrica, no fue hasta 2017 que llevaron su amor ante el altar y con la libreta roja en mano oficializaron su unión. El matrimonio tiene tres hijos, Thiago (2012), Mateo (2015) y Ciro (2018), con ganas de ampliarla y buscar la ‘nena’, como lo confirmó Messi en conversación con el famoso comediante argentino, Migue Granados.
Cuando la mujer abrió sus redes sociales, los comentarios que recibía eran, en su mayoría, sobre ella, desde su físico hasta cómo debía comportarse, críticas y halagos coexistían. Era la mujer de Messi, una más entre las esposas de deportistas, pero todo cambió desde que Lionel Messi salió del FC Barcelona, ganó la Copa América, firmó con el PSG, ganó la Copa del Mundo, salió del PSG y fichó por el Inter de Miami. Los comentarios hacia Antonela comenzaron a cambiar, los seguidores del argentino decidieron “proteger” a la esposa del crack. Lea aquí: Antonela Rocuzzo reacciona a la publicación del nuevo lanzamiento de Shakira
“Segundo mandamiento: no desearás la mujer del GOAT Messi”, “Sigan bajando muchachos... a la esposa del capi, se le respeta”, “Chicas denle like a la esposa del Capitán, por favor, nosotros no podemos”, “Botón de like respetuoso para la mujer del rey”, “Like si respetas a la mujer del capitán”, son algunos de los comentarios que recibe diariamente sin importar el tipo de contenido que comparta, si es de las marcas con las que trabaja o fotos de ella en actividades cotidianas, de sus hijos o su pareja.
Adiós a Antonela Roccuzzo, la persona, mujer, hija, hermana, esposa, madre, empresaria, modelo... Hola a la mujer de Messi. Aquel código de respeto se creó limitado a ser la ‘mujer de’, en donde la figura masculina representa un poderío basado en la idolatría y fanatismo a alguien a quien admiran. Lea aquí: Video: Messi sorprende con un gesto con Antonela en la alfombra roja
Antonela Roccuzzo, la esposa del astro argentino, se convirtió, por ese simple hecho, en la mujer más respetada del mundo.
La psicóloga Melisa Forero, egresada de la Universidad de San Buenaventura, con más de 20 años de formación, se refiere al -efecto Messi- sobre Antonela Roccuzzo, con un fragmento del libro ‘Antigua vida mía’ de Ángeles Mastretta:
“Una mujer es la historia de sus actos y pensamientos, de sus células y neuronas, de sus heridas y entusiasmos, de sus amores y desamores. Una mujer es inevitablemente la historia de su vientre, de las semillas que en él se fecundaron o no lo hicieron o dejaron de hacerlo. (...) Una mujer es siempre la historia de muchos hombres. Es la historia de sus raíces y de su origen, de cada mujer que fue alimentada por lo anterior para que ella naciera: una mujer es la historia de su sangre”. Lea aquí: Estas fueron las celebridades que asistieron al partido de Lionel Messi
Forero sostiene que la sexualización que tiene la mujer de hoy es normalizada por la sociedad a través de la concepción de que el cuerpo femenino es una mercancía expuesta para todo el mundo, que “cualquiera” puede tocar, comprar y acceder, porque a lo largo de la historia fue mercantilizada. “Hasta en temas publicitarios se vende el cuerpo de los hombres de manera escandalosa sin ser escandalosa. No está bien visibilizar al hombre como un producto, pero a la mujer se le expone a las opiniones, a la crítica cuando no encaja en la palabra perfección”.
La imagen de la mujer debe ser perfecta en todo. No está permitido alzar la voz y cuando una lo hace es señalada por tocar temas sensibles, incómodos. Pues esta sociedad lleva a la mujer a perderse en la interminable búsqueda de lo que ‘debe ser’. “Si una mujer está en la fila de un supermercado comprando una panti de ‘abuelita’, todo el mundo la queda mirando raro y hablan a sus espaldas porque ella debe comprar una lencería sensual, que todos esperan que use”, expone la especialista. Lea aquí: A grito herido Messi y Antonella cantan ‘Olvídala’ del Binomio de Oro
La imagen creada sobre Antonela es de una mujer absolutamente perfecta desde lo físico hasta su personalidad, es dulce, un mamá entregada y abnegada, sencilla pero hermosa, sexy pero no reveladora, llena de lujos sin caer en la excentricidad. Encaja en los cánones de la sociedad, es enaltecida por los medios y en las redes sociales. Es el ideal de mujer que existe en la mente de los hombres y mujeres.
Su imagen toma fuerza por cómo es Lionel con ella, un hombre que a pesar de las dificultades para relacionarse, siempre la pone como prioridad en los diferentes escenarios. “El respeto que se ganó con su carrera deportiva ha despertado la admiración absoluta de todos y en nuestra cultura latinoamericana conduce al fanatismo, no se desprende lo futbolístico de la persona que es. Y si bien su talento es innegable, la sociedad construyó alrededor de ellos a la ‘pareja ideal’ que durará hasta que la muerte los separe, que crían juntos a los hermosos hijos y ahora, viven el sueño americano... Al final del día, no es cierto, porque él debe ser un marido que deja la toalla tirada en el piso y ella se molesta; ella ha tenido que sentir celos, los niños hacen berrinches como todos”, añade Forero.
Aquella perfecta e inmaculada imagen que han construido alrededor de Antonela Roccuzzo termina convirtiéndola en el accesorio del hombre. Ella es perfecta porque él es perfecto. ¿Qué pasaría si Antonela sale a la calle especulada o sin zapatos? Lea aquí: Lo que tardó el dueño del Inter Miami para convencer a Lionel Messi
De Antonela Roccuzzo no se habla ni se hablará peyorativamente como han hecho con Michael Obama, Lina Moreno de Uribe, Verónica Alcocer, Kate Middleton, Karol G, Amparo Grisales y hasta la mismísima Shakira.
Antonela Roccuzzo, la esposa del astro argentino, se convirtió, por ese simple hecho, en la mujer más respetada del mundo.
